Una cocina tradicional está hecha de tierra y de campo, de semilla y de fruto generoso. Tepoztlán ha estado habitado por milenios y la auténtica cocina local refleja esa historia. Los platillos se crean de acuerdo a la época del año, la fiesta del calendario, los productos que en ese momento prodigan la tierra y los animales. Durante generaciones, han sido las mujeres tepoztecas quienes los preparan en cocinas de humo, en el tlecuil, con ingredientes frescos y procedimientos ancestrales. Ellas, las madres, las abuelas, las sirven con alegría, en mesas que se llenan de conversación, de aromas y sabores.